lunes, 2 de marzo de 2015

tengo una mochila siempre lista
para guardar en ella los pedacitos
de mí misma y llevarlos al mar
o a las sierras, o adonde sea que
me espere alguna tibieza, un sabor
para rejuntarlos, para darles la forma
que tengan ganas de darse, de
regalarse, como quiera que se rearmen
mi mochila nos espera a todas
las mujeres que llevo adentro
para que nos vayamos a aventurar
a la locura al amor al sosiego
allá vamos, ella y yo, o nos quedamos
en esta casa que nos gusta tanto
nos vamos para volver porque
a veces hay que irse para volver
o volver para seguir yendosé
no sé
que nos depara el destino
si una casa rodante que la aloje
o un camino que no imaginamos aún
pero mientras haya luz y ganas
andaremos, buscaremos, soñaremos
con horizontes nuevos, o viejos
con abrazos que recordamos
o descubrimos, o inventamos.
y haremos que la risa aparezca
y que la pena pare a descansar