vuelvo a escuchar 

una canción que habla 

de nosotras

en esta larga despedida

mi amor

por vos está intacto

reparadas las marcas

del daño 

te miro y sé

dónde y qué 

te duele

pero es tu camino

mi amor

ya no el mío

es hermoso

una vida después del querer

saber que entre nosotras

no hay barreras ni telón ni abismos

nos supimos querer bien

y despedirnos mejor

perdón

gracias

hasta siempre

 acurrucarnos a llorar juntas

te dije

"qué ganas de acurrucarnos 

y estar juntas"

"y llorar.

porque también está bien

llorar",

me dijiste. 

estamos a cientos 

de kilómetros

años luz

con las geografías desparramadas

qué lujo es hoy

abrazar a las amigas

abrazarse a las amigas

acurrucarse a llorar y a hablar y 

a estar también en silencio

acompañarnos nomás

a sobrevivir 

la incertidumbre

 lo que más me gustaba

de cecilia:

dormir con ella

no coger

[que la verdad

pasó solo una vez 

y fue triste, triste]

ah pero dormir

ese ritual:

baño, escucharla

cantar mientras el agua

se llevaba el peso de los días

reirnos hasta las lágrimas

apagar la luz

taparnos y

bajar la guardia

añoro esas noches 

y recién ahora entiendo

bien por qué:

me sentía a salvo

descansaba del mundo

lo inventaba de nuevo 

al abrir los ojos, al otro día

nunca más pude dormir así

nunca más dormimos juntas