martes, 7 de enero de 2014

y yo sólo me acuerdo de tu piel
habías tenido, no sé, un accidente
o algo por el estilo, algo urgente
que me reclamó a tu casa
a darte consuelo, y abrazos
como tantas otras veces
esta no tenía por qué ser distinta
me contaste, nos asustamos
y nos aliviamos porque en verdad
nada grave o irreparable había pasado
no hasta ese momento, por lo menos
después me pediste
que te hiciera masajes, la tensión
el miedo todo eso junto y otros etcéteras
te sacaste la remera y yo empecé
a masajearte la espalda despacio
y oh de repente madre mía
tu piel se hizo más suave de repente
las puntas de mis dedos más sensibles
que nunca en la vida
y nos quedamos en silencio
(nunca tanto silencio en esa casa)
y te acaricié, despacito
probando, tanteando, qué me decía tu cuerpo
y en eso, sin aviso ni tiempo a prepararme
se abrió la puerta, entró tu novio
nos miró con cara de horror
porque habrá percibido la energía densa
de tu cuerpo y el mío, deseando
hoy lo recuerdo y me duele un poco
otro poco me decepciona
no haber tenido el valor de
estrujarte, tocarte entera, saber
de verdad saber la música cierta
que te acunaba en ese momento
no haberme dado cuenta que
todo cambió a partir de ese día
yo ya no fui nunca la misma
después de que el deseo tuviera
claramente, sin lugar a confusiones
tu nombre, tu piel, tu perfume y
todo lo que pudo ser y ya
ya no ya no será ya nunca.

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