domingo, 6 de abril de 2014

llueve y yo pienso
en la cantidad de palabras
que hacen falta para decir
lo que se siente, lo que se sueña
lo que se desea, lo que se imagina
llueve y yo pienso
qué cansancio, cuánto esfuerzo y
al final de cuentas tampoco
alcanzan, las pobres palabras
para construir puentes, hacen
falta los cuerpos, los brazos,
las manos, los ojos, todos los sentidos
para escuchar de verdad
lo que se intenta, lo que se inventa
lo poco o mucho que podemos
llueve y yo pienso
en cuánto me ha ayudado siempre
tener las palabras de mi lado
para soltar, para sacar de mí
lo que hace ruido, lo que inquieta
lo que sonríe, lo que moviliza
llueve muchísimo, y siento
que ahora no me alcanzan
me dejan sabor a poco en la boca
en el corazón en la garganta en
las puntas de los dedos.

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