martes, 22 de marzo de 2016

limpio la casa, con movimientos
chiquitos, apenitas alcanzo a ir
lavando platos y sacando miguitas
de la mesa blanca y mientras
extraño tu casa, aquella en la que
habia libros un futón una maquina de escribir
y tu voz cantando para dormir
y para despertar, con el café
de días de frío y futuros abiertos
tu olor me lleva de nuevo
a esa otra vida que tuvimos
no existe más, ni esa vos
ni esa yo existen más, somos
dos vistiendo sus cuerpos
pero nada más, no hay
esas mañanas esas charlas
las risas toda la música que
me regalaste la madrugada
que cenamos un desayuno
falta armar la cama donde
nunca dormiste, cambiar
las sábanas que no te conocerán
sacudir manteles, acomodar los libros
amontonar tus recuerdos en algun baul
meter en bolsas todo lo que te quise
y te quiero todavia, junto con la ropa
que ya no me queda, en la que ya no entro.

como en tus brazos, falta lugar.

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