oh, bueno
y qué si el amor
o el buen vino
o el orgasmo del otro día
no duran todo lo que
(alguien alguna vez)
dijo que deberían?
nada ni nadie dura lo que debe
sino lo que puede, lo que hay
de tiempo en sus carreteles
de hilo, de vida, de momentos
(y sin embargo)
estoy harta de duelar ausencias
y presencias que se extrañan igual
la muerte me ronda y yo le bailo
le canto, la acuno
la acepto como parte de todo esto
entonces vos, muy seriamente
dijiste que esperabas
más de mi
respondí que te di
todo lo que podía
que te haya resultado poco
oh, bueno
en realidad ese
es tu problema
era todo lo que había
decís que no sabés
por qué se terminó
por qué hablo en pasado
cuando hablo de nosotros
respiro hondo y pienso
en qué difíciles
en qué difíciles
van a ser tus días
esperando cosas
de la gente de la vida del amor
de la gente de la vida del amor
si no alcanzás a ver
de qué va tu parte
en todo esto
(quizás sea cierto aquello)
que no hay peor sordo que el que no quiere ver
se cierra sus propios caminos,
las búsquedas y los encuentros.
se me ocurre que acaso
hemos gastado las palabras
hemos gastado las palabras
que nos hablaban
que contaban un futuro-presente posible.
oh, bueno
aceptemoslo:
ya no tenemos nada que hable de nosotros
hay que decirlo
la cosa es así:
a los sordos no nos gustan los ciegos,
deberías saberlo.
(y un corazón no se endurece porque sí).
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